Tal vez me engaño, pero como saberlo?
Probando aqui y allá? Sin tener algo firme de que agarrarme?
Como me lanzo a los sueños sin que un dia depierte?
Que ganas de tener una bola de cristal y saber Que pasaria si...
Eso me ayudaria con muchas preguntas y sabria si cierto niño tenia razon o no...
aunque en secreto: Yo creo que tiene razon
Pero que ganas de ser mas valiente!!
miércoles, 16 de diciembre de 2009
jueves, 3 de diciembre de 2009
Deberia Pensar en Vivir
Oleo de una mujer con sombrero
Silvio Rodriguez
Una mujer se ha perdido
conocer el delirio y el polvo,
se ha perdido esta bella locura
su breve cintura debajo de mí.
Se ha perdido mi forma de amar,
se ha perdido mi huella en su mar.
Veo una luz que vacila
y promete dejarnos a oscuras.
Veo un perro ladrando a la luna
con otra figura que recuerda a mí.
Veo más: veo que no me halló.
Veo más: veo que se perdió.
La cobardía es asunto
de los hombres, no de los amantes.
Los amores cobardes no llegan a amores,
ni a historias, se quedan allí.
Ni el recuerdo los puede salvar,
ni el mejor orador conjugar.
Una mujer innombrable
huye como una gaviota
y yo rápido seco mis botas,
blasfemo una nota y apago el reloj.
Que me tenga cuidado el amor,
que le puedo cantar su canción.
Una mujer con sombrero,
como un cuadro del viejo Chagall,
corrompiéndose al centro del miedo
y yo, que no soy bueno, me puse a llorar.
Pero entonces lloraba por mí,
y ahora lloro por verla morir
Pero entonces lloraba por mí,
y ahora lloro por verla morir
Silvio Rodriguez
Una mujer se ha perdido
conocer el delirio y el polvo,
se ha perdido esta bella locura
su breve cintura debajo de mí.
Se ha perdido mi forma de amar,
se ha perdido mi huella en su mar.
Veo una luz que vacila
y promete dejarnos a oscuras.
Veo un perro ladrando a la luna
con otra figura que recuerda a mí.
Veo más: veo que no me halló.
Veo más: veo que se perdió.
La cobardía es asunto
de los hombres, no de los amantes.
Los amores cobardes no llegan a amores,
ni a historias, se quedan allí.
Ni el recuerdo los puede salvar,
ni el mejor orador conjugar.
Una mujer innombrable
huye como una gaviota
y yo rápido seco mis botas,
blasfemo una nota y apago el reloj.
Que me tenga cuidado el amor,
que le puedo cantar su canción.
Una mujer con sombrero,
como un cuadro del viejo Chagall,
corrompiéndose al centro del miedo
y yo, que no soy bueno, me puse a llorar.
Pero entonces lloraba por mí,
y ahora lloro por verla morir
Pero entonces lloraba por mí,
y ahora lloro por verla morir
Siempre he sentido que esta canción la escribió Silvio para mí
y para contar mi historia, quizás sea mi historia inventada, o solo
siento lo que me gustaría sentir.
Pero toca algo de mí que estaba dormido como el recuerdo de una amor nunca
sentido, un amor que viví con locura y que miserablemente olvidé.
No sé cómo, no sé porque, pero esta es la canción y la novela de
mi gran amor que nunca ocurrirá.
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